viernes, 26 de junio de 2009

¿Por qué la corrupción no afecta a los votantes del PP?

Corromper significa torcer o degradar, generalmente, la postura moral de una persona, mientras que corromperse implica que la acción es reflexiva. Es decir, la traición que uno mismo realiza sobre a sus principios sin que las tentaciones ofrecidas por los corruptores hayan sido determinantes. En consecuencia, este verbo refiere a una esfera moral individual. Los individuos eligen su listón moral y dependiendo de ese listón ciertas prácticas pueden ser, más o menos, toleradas. No pagar una comida y cargarla en las dietas para algunas personas puede significar un uso indebido de fondos públicos, mientras que para otros es una práctica social comúnmente aceptada sin censura alguna.
Por lo tanto, acusar de corruptos a los políticos de derechas no tiene ningún sentido, porque en la identidad moral de sus votantes el enriquecimiento personal es lícito mientras no implique un robo a terceros. Como el dinero público es de todos y, por eso mismo, de nadie, su uso indebido es socialmente aceptado porque no constituye un robo a un sujeto con nombres y apellidos.
Por todo esto, se debe aplicar una nueva estrategia pare encuadrar correctamente el uso indebido de fondos públicos.
En primer lugar, se debe hablar del impuesto de sobre coste. Repartir dinero entre los amiguetes aumenta los gastos de la administración y su ineficiencia, que luego pagamos todos mediante impuestos. Ergo sequietur, se debe denunciar que el PP aumenta la presión fiscal mediante el impuesto de sobre coste.
En segundo lugar, no se debe acusar a los políticos conservadores de corrupción o corruptos. Se debe acusarlos de robar a todos los valencianos. Robar es una infracción legal que debe ser punida según los parámetros de la identidad moral del votante de derechas. Dar concesiones irregulares a los amiguetes es robar. Si el PP considera que esto es una calumnia, el PP se verá obligado a explicar qué diferencias encuentra entre robar a un tercero y derrochar el dinero público. Serán ellos quienes tengan que posicionarse y eso pondrá el foco de atención en sus faltas.

martes, 23 de junio de 2009

No es energía nuclear, son centrales nucleares

No hable de energía nuclear, hable de centrales nucleares.
El debate no puede centrarse en las ventajas e inconvenientes de la energía nuclear, sino en los inconvenientes y ventajas de las centrales nucleares. No puede hablarse de la energía nuclear en abstracto, porque la energía nuclear no se genera de forma abstracta como supuestamente afirman los expertos pronuclear. Se genera en sitios reales y las consecuencias son reales y concretas.
Por lo tanto, no hable jamás de energía nuclear. Hable de centrales nucleares:
¿Donde estarán?
¿Cuánto costarán?
¿Quién las pagará?
¿Quién pagará el tratamiento de los residuos?
¿Quién pagará su desmantelamiento?
¿Cuándo estarían operativas?
¿Cuánto tiempo de vida útil tendrían?
¿Quién respondería de su seguridad?
¿Sus promotores asumirían ser responsables penales de su mal funcionamiento?

martes, 16 de junio de 2009

¿Quiere usted obligar a sus hijas a tener hijos?

La posibilidad de interrumpir el embarazo sin consentimiento paterno que ofrece la próxima Ley en favor de la Maternidad Responsable a las menores de edad de 16 años ha despertado la indignada ira patriarcal de toda una legión de opinadores sobre las vidas ajenas. Esto, gracias a la habitual incapacidad comunicativa de los contertulios de la grada izquierda, ha permitido centrar el debate en unas coordenadas falaces.
El debate no reside en la legitimidad de la interrupción del embarazo, sino en el alcance de la patria potestad. ¿La patria potestad es superior a la autonomía de decisión de los hijos mayores de16 años?
Si consideramos que la patria potestad debe prevalecer sobre la libre decisión individual de los hijos, en consecuencia los padres pueden obligar a sus hijas a interrumpir el embarazo. Igualmente, deberían tener el derecho de obligar a sus hijas a tener hijos o podrían prohibir a sus hijos mayores de 16 años a tener relaciones sexuales consentidas en domicilios de terceros. Por el contrario, también tendrían potestad para forzar a sus hijos mantener relaciones sexuales con terceros. No se puede olvidar que los derechos no se vehiculan en un sólo sentido: si los padres tienen la posibilidad de prohibir, de coartar la libre voluntad de sus hijos, también de obligarlos en contra de su deseo en la dirección opuesta. Si los padres pueden impedir la aplicación de un tratamiento a sus hijos, también deben poder obligar a su hijo a seguir ese tratamiento en contra de su voluntad.
Esto, lógicamente, implicaría cambiar nuestro ordenamiento jurídico y acercarlo al de países más puritanos, hipócritas o regidos por la sharia. Asimismo, se debería reformar la Ley de Autonomía del Paciente que asignaba un espectro de decisión a los menores de 16-18 años. Por lo tanto, la campaña en contra de la nueva Ley en favor de la maternidad responsable defiende el poder absoluto de los padres respecto a sus hijas. En este punto, es donde deben ser atacados.
En primer lugar, se debe recordar que los abuelos carecen de patria potestad sobre los nietos. Los padres de la embarazada no pueden decidir sobre los futuribles nietos, porque al nacimiento de estos la patria potestad recaerá sobre la madre, no en los abuelos.
En caso contrario, ¿son ustedes partidarios de que los abuelos sean también padres de sus hijos y nietos, y defienden también que las madres sean hermanas mayores de sus hijas? ¿Ese es el modelo de familia extensa que defienden?
Después, ¿su defensa de una patria potestad férrea se expresa por igual ante hijos que hijas? ¿Cómo van a impedir la libertad de movimientos y decisión de sus hijos? ¿El Estado debe crear una policía especial que persiga a los hijos que desobedezcan a sus padres? ¿Se debe pedir el DNI a todo ciudadano que parezca menor de 18 años para comprobar que no está quebrantando la patria potestad de sus padres? ¿Cómo esperan defender ese modelo de familia? ¿Llamarán al Ayatolá Jomeini para que los oriente?

viernes, 12 de junio de 2009

Las palabras que funcionan

Pocas personas conocen al Dr. Frank Luntz; pero por su culpa ya no hablas del "calentamiento global", sino del "cambio climático". Gracias a su trabajo, en los últimos 15 años el Partido Republicano y la Fox habían logrado imponer la agenda política en los Estados Unidos hasta la irrupción de Obama.
Frank Luntz es experto en comunicación y trabaja según una metodología focal o de grupo pequeño: forma unidades de estudio con personas escogidas no aleatoriamente, sino según una pauta que priorice la heterogeniedad en profesiones, estudios, zonas geográficas e ideológicas. Después, estudia sus valores y principios compartidos mediante el lenguaje. Cómo llama cada uno a qué cosa. Cómo difiere el significado de un término de una persona a otra, qué palabras son comprendidas de forma más homogénea, qúé palabras provocan más afindiad y qué palabras rechazo.
De este modo, se diseña una campañá política que busque la polarización del electorado u otras con un perfil bajo que no movilice al electorado. La fórmula es de cajón, pero funciona.
Otro ejemplo terrible: "War on terror". Traducido aquí como guerra contra el terror. No se trata de una guerra contra terroristas (palabra que implica personas e ineludiblemente derechos individuales en nuestro marco conceptual y legal), no se trata de una guerra contra un país. Igualmente, nosotros somos la seguridad porque estamos contra el terror. Nos definimos por identificación negativa de nuestro enemigo y evitamos poner el foco de atención en cómo hacemos la guerra y cómo luchamos.
Si alguien tiene más interés en este sujeto, puede ver el documental: The persuaders; o leer su libro "The words that work".

¿Aborto libre y gratuito?

Aborto es un sustantivo con una clara conotación negativa. Por el contrario, la expresión "libre y gratuito" refiere a la disposición placentera de un bien que se ofrece puntualmente para goce de todos los consumidores.
Por lo tanto, la expresión "Aborto libre y gratuito" es inoperante, porque resulta frívola al reducir una decisión tan trascendental a una campaña promocional del tipo: "sowtfare libre y gratuito".
No se debe hablar de "aborto"; se debe hablar de "maternidad responsable".
Se defiende el derecho a la maternidad responsable: una mujer debe decidir cuándo y cómo quiere ser madre, no puede ser una decisión impuesta por las circunstancias y terceros.
Se debe contraponer la conotación negativa que tiene el "aborto", a la positiva de la maternidad y la responsabilidad,
porque de eso se trata precisamente. Personas que toman decisiones responsables y asumen sus consecuencias.
Aviso a todos los defensores de este derecho: no hablen de aborto, hablen de maternidad responsable.