jueves, 19 de noviembre de 2009

Los piratas del Alakrana

Una vez resuelto el asunto más dramático del pasado secuestro, el secuestro en sí, es necesario contestar algunos interrogantes para formarnos una opinión más ajustada a los hechos. En realidad, estos interrogantes han sido planteados por la defensa de Abdu Willy y son bastante pertinentes.
1º ¿Dónde estaba pescando el Alakrana y la jurisdicción de esas aguas a quién pertenece?
2º ¿Bajo qué pabellón se estaba pescando?
3º ¿Cuál era la situación legal de la embarcación?

No solemos preguntarnos cómo trabaja nuestra flota pesquera, cómo pagan puntualmente sus impuestos y cuál es la situación de los marineros contratados, independientemente de su nacionalidad. Pero después de todo el despliegue de medios que han provocado, después de su lamentable comportamiento victimista, tanto de las familias como del patrono del barco, y de sus intolerables y continuas acusaciones al Gobierno, como si éste fuese culpable de la imprudencia del patrón, la flota atunera española debería ser fiscalizada con un rigor inexcusable.
Por otro lado, el comportamiento del patrono del barco y de sus familiares ha sido, como mínimo, inapropiado, a pesar del miedo vivido. Si un imprudente montañista se pierde en lo alto de la montaña, iremos a su rescate por humanidad y, posteriormente, le pasaremos el recibo de los gastos. Pero si el perdido montañista y su familia despotrican contra los rescatadores, les acusan de indiferencia, dejadez, desear su muerte, cobardía... y ni siquiera tienen el pudor de resignarse ante los acontecimientos que su propia imprudencia ha provocado, los rescataremos igualmente. Pero, por favor, que nadie trate de héroes a unos imprudentes.
Por cierto, ¿alguien habló con los familiares de los pescadores senegaleses del Alakrana secuestrados? ¿La noticia no tenía tanto interés humano? ¿Cómo eran negros o hablan wolof no sentiríamos empatía por su dolor? ¿Cómo eran negros/africanos no los iban a matar y, por tanto, no teníamos que preocuparnos?